viernes, 8 de marzo de 2013


Víctor A. Kravchenko
Víctor A. Kravchenko nació en 1905 en Yekaterinoslav, Rusia. En 1929 ingresó en el Partido Comunista. Durante aquellos años fue testigo directo de las muertes por las grandes hambrunas producidas por los planes colectivistas, así como de las inmensas purgas estalinistas que acabaron con la vida de miles de personas.

Después, durante la II Guerra Mundial, Kravchenko fue capitán del Ejército Rojo, justo antes de ser enviado a Estados Unidos como funcionario de la Comisión Soviética de Compras en Washington. Fue entonces, en 1943, cuando tomó la decisión de desertar y romper toda relación con la URSS. Su deserción –humana, trágica- la hizo pública en el New York Times. Era el 3 de abril de 1944. Tuvo que ocultarse para poder escribir el que sería uno de los más estremecedores relatos sobre lo que estaba pasando en Rusia.

Su libro Yo escogí la libertad, que ahora publica en España Ciudadela, es una biografía novelada donde Kravchenko muestra la dramática y terrible realidad de los sistemas totalitarios que marcaron, ya para siempre, el convulso siglo XX. El libro se aupó, en sólo ocho semanas, a las listas de los libros más vendidos; el Reader’s Digest lo incluyó, resumido, como parte de sus selecciones; aparecía todos los días en las publicaciones de Hearst.

A partir de ese momento, sufrió una serie de falsas acusaciones provenientes de la Unión Soviética y sus partidos satélites y tentáculos europeos, como la revista Les Lettres Françaises que, desde sus páginas, le acusó de crear una gran mentira al servicio de las agencias norteamericanas de inteligencia a base de propaganda antisoviética. Kravchenko les demandó, en Francia, y comenzó el único gran juicio en la historia contra el comunismo, que ha sido equiparado por muchos con el de Nuremberg contra los nazis por la gran cantidad de víctimas del terror ruso que testificaron en él. El escritor ganó el juicio.

Víctor A. Kravchenko apareció muerto en su apartamento de Manhattan, con un tiro en la cabeza, en febrero de 1966, dejando viuda y dos hijos. Aunque su muerte aún no ha sido esclarecida, su hijo Andrew siempre ha defendido que fue un trabajo del KGB.

Yo escogí la libertad es la tremenda confesión ante el mundo de un alto funcionario soviético sobre la realidad comunista en su patria.    


Cristina Sánchez Iruela.

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