Giorgio Perlasca
Perlasca nació en Como y creció en Maserà di Padova, provicia a Padua.
Durante la década de 1920, apoyó el facismo y luchó en el este de África durante la Invasión de Etiópia
También luchó en la Guerra Civil Española integrado en el Corpo Truppe Volontarie, donde recibió un salvoconducto para las misiones diplomáticas españolas de Francisco Franco. Sin embargo, se desilusionó del fascismo a causa de la alianza con el nazismo y del antisemitismo.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Perlasca trabajó obteniendo abastecimientos para el Ejército italiano en los Balcanes.
Cuando los nazis ocuparon Hungría en marzo de 1944, en lugar de retirarse junto con otros diplomáticos (Italia ya se había rendido a los Aliados en esa fecha), se refugió en la embajada española en Budapest, convirtiéndose de forma inmediata en ciudadano español con el nombre de Jorge Perlasca en virtud de su estatus como veterano de la guerra civil española.
Trabajó con el embajador Ángel Sanz y otros diplomáticos de estados neutrales para sacar de forma ilegal a judíos del país.
Ante la inminente llegada del Ejercito Rojo a Budapest, Sanz Briz fue trasladado a Suiza a finales de noviembre de 1944, y el Gobierno húngaro títere de los nazis ordenó la evacuación del edificio de la embajada española y otros edificios extraterritoriales donde se refugiaban los judíos. Perlasca inmediatamente dio el falso anuncio de que Sanz Briz estaba a punto de volver de una corta ausencia y que le había nombrado cónsul de España.
Durante el invierno, Perlasca fue muy activo escondiendo, dando cobertura y alimentando a miles de judíos en Budapest, así como expidiendo salvoconductos basados en la ley de derecho a la ciudadanía española que había aprobado Miguel Primo de Rivera en 1924 para los judíos de origensefardí tal como Sanz-Briz había venido haciendo.1
Cuando en enero de 1945 los soviéticos tomaron la capital húngara, Perlasca se las arregló para desaparecer, llegando a Italia tras un azaroso viaje. Cuando llegó a Italia, Perlasca guardó en secreto su increíble aventura por más de 30 años, hasta que un grupo de mujeres de una comunidad judía en Hungría comenzó a rastrear al diplomático español que había salvado sus vidas.
Giorgio Perlasca murió de un ataque al corazón en 1992. En vida recibió numerosas condecoraciones de los gobiernos de Italia, Hungría y España y fue considerado por Israel como Justo entre las naciones.
Nazaret Arredondo Quiles 1ºbach.cc.ss.
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