Totalitarismo es el sistema político en el cual todas las
actividades, todos los aspectos de la vida, sean de orden social,
político, económico, intelectual, cultural o espiritual, se hallan
subordinados a los intereses e ideología de los gobernantes. En este
régimen, derechos y libertades no merecen ninguna consideración: perturban
los propósitos del líder.
Los dos totalitarismos que más profundamente han marcado el
siglo XX han sido el nazismo y el comunismo. Tras la
Gran Guerra o Primera Guerra Mundial (1914/18), las democracias
liberales mostraban una fuerte pérdida de credibilidad.
Movimientos extremistas de extrema derecha y de extrema izquierda
menospreciaban y debilitaban las democracias liberales, parlamentarias y
pluralistas.
En Rusia, la Revolución de Octubre de
1917, liderada por Lenin, abrió camino a la instauración del comunismo; el
1922, se transformaba en URSS. Con la muerte de Lenin, en el 1924, Joseph
Stalin inició el proceso de liquidación de toda oposición
convirtiéndose en dictador absoluto. Su comunismo estaba alejado del
ideal comunista soñado por Marx y Engels. Desde 1936 hasta el 1953,
año de la muerte del líder, la URSS sufrió el mayor totalitarismo comunista.
Los dos sistemas totalitarios se desafiaron mútuamente
luchando por la hegemonía en Europa. Ahora bien, Berlín y Moscú mostraban
una inquietante «identidad cultural».Estos sistemas se diferenciaban en:
Diferencias
- Pero
los dos sistemas totalitarios tienen fuertes diferencias respecto
a sus orígenes ideológicos y a sus objetivos proclamados. El nazismo
se origina y se organiza en torno al concepto de exclusión, de rechazo
del otro y proclama abiertamente la superioridad de la
raza aria; consecuentemente, todo se reorganizará en favor de los
considerados superiores y se procederá al exterminio de los judíos y de
todas los «otros». El comunismo se origina en torno al concepto de
emancipación humana universal; proclama que el
proletariado tiene la misión histórica de liberar la sociedad de
sus clases; pero la práctica comunista ha llevado a una sociedad
estratificada en la cual los privilegios y la separación en
castas se han reforzado.
- El
comunismo destruyó la burguesía en tanto que clase social y
con ella lo que hoy se conoce como sociedad civil, liquidó la
propiedad privada de los medios de producción y con ella toda
actividad económica autónoma, es decir, lo que se conoce como mercado.
Por todo eso, en esta sociedad es tan difícil hoy restaurar la democracia.
El nazismo no aspiraba destruir el mercado, aspiraba exterminar un
pueblo, unos pueblos a los cuales se les negaba el
derecho a existir. Desgraciadamente, tenemos que reconocer que toda la
historia de la humanidad está poblada de infinidad de crueles matanzas,
pero el exterminio de los judíos en Europa (el Holocausto o la Shoah,
es decir, la «catástrofe»), es una singularidad nunca conocida:
por el solo hecho de existir, unas personas eran peligrosas y odiadas. La
«solución final», practicada siguiendo lo más eficiente sistema científico
de producción, cuestiona el valor de la cultura occidental que lo ha hecho
posible.
PATRICIA MARTÍNEZ RODRÍGUEZ 1ºBACH.
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