Víctor A. Kravchenko
Víctor A. Kravchenko nació en 1905 en Yekaterinoslav,
Rusia. En 1929 ingresó en el Partido Comunista. Durante aquellos años fue
testigo directo de las muertes por las grandes hambrunas producidas por los
planes colectivistas, así como de las inmensas purgas estalinistas que acabaron
con la vida de miles de personas.
Después, durante la II Guerra Mundial, Kravchenko fue
capitán del Ejército Rojo, justo antes de ser enviado a Estados Unidos como
funcionario de la Comisión Soviética de Compras en Washington. Fue entonces, en
1943, cuando tomó la decisión de desertar y romper toda relación con la URSS.
Su deserción –humana, trágica- la hizo pública en el New York Times. Era el 3 de abril de 1944. Tuvo que ocultarse para
poder escribir el que sería uno de los más estremecedores relatos sobre lo que
estaba pasando en Rusia.
Su libro Yo escogí la libertad, que ahora publica en España Ciudadela, es una
biografía novelada donde Kravchenko muestra la dramática y terrible realidad de
los sistemas totalitarios que marcaron, ya para siempre, el convulso siglo XX.
El libro se aupó, en sólo ocho semanas, a las listas de los libros más
vendidos; el Reader’s Digest lo incluyó, resumido, como parte de sus
selecciones; aparecía todos los días en las publicaciones de Hearst.
A partir de ese momento, sufrió una serie de falsas
acusaciones provenientes de la Unión Soviética y sus partidos satélites y
tentáculos europeos, como la revista Les Lettres Françaises que, desde sus
páginas, le acusó de crear una gran mentira al servicio de las agencias
norteamericanas de inteligencia a base de propaganda antisoviética. Kravchenko
les demandó, en Francia, y comenzó el único gran juicio en la historia contra
el comunismo, que ha sido equiparado por muchos con el de Nuremberg contra los
nazis por la gran cantidad de víctimas del terror ruso que testificaron en él.
El escritor ganó el juicio.
Víctor A. Kravchenko apareció muerto en su apartamento
de Manhattan, con un tiro en la cabeza, en febrero de 1966, dejando viuda y dos
hijos. Aunque su muerte aún no ha sido esclarecida, su hijo Andrew siempre ha
defendido que fue un trabajo del KGB.
Yo escogí la libertad es la tremenda confesión ante el mundo de un alto
funcionario soviético sobre la realidad comunista en su patria.
Cristina Sánchez Iruela.
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