miércoles, 30 de enero de 2013

Elisabeth Sissi.


Sissi nació el 24 de diciembre de 1837 en Munich, hija de Ludovica y de Maximiliano en Baviera, un matrimonio de conveniencia que nunca fue un matrimonio bien avenido. Max engañaba continuamente a su mujer, es más, solía almorzar con sus hijos ilegítimos. No obstante, el matrimonio tuvo ocho hijos. Sissi no estaba destinada a ningún alto cargo y vivió una vida sencilla, en la naturaleza, atendida y educada directamente por su madre, a quien quiso mucho y a quien habría de añorar en Viena.
Sissi no tenía que ser la esposa elegida por el emperador sino su hermana Elena, la hermosa Nené. Pero Francisco José se prendó de la hermana pequeña, vestida de manera campesina, peinada con trenzas; la hermana-niña que parecía más ingenua, más dulce. En 1853, en la ciudad de Ischl, Francisco José sacó a bailar a Sissí, en contra de lo previsto, de la que se había enamorado locamente. Como en un cuento de hadas, Cenicienta había sido la elegida para iniciar el baile en lugar de su hermana. Francisco José toda la vida sintió hacia su esposa acaso más amor del que ella sintió por él.Sissi y Francisco José se casaron en 1854 cuando ella tenía dieciseis años y él veinticuatro.Tuvieron cuatro hijos: Sofía, Gisela, Rodolfo y María Valeria. Pero Rodolfo se suicidó, lo que hizo que Sissi se marchara de Viena.
La última etapa en la vida de la Emperatriz estuvo marcada más que nunca por los viajes. Compró un barco de vapor al que llamó Miramar, y en él recorrió el Mar Mediterráneo. También pasaría algunas temporadas de verano en el Lago de Ginebra en Suiza, Bad Ischl en Austria, y en Corfú, donde construyó su palacio, el Achilleion, en honor a Aquiles. Visitó otros países como Portugal, Marruecos, Argelia, Malta, Grecia, Baviera, Irlanda, Turquía y Egipto. También visitó ciudades españolas como Palma de Mallorca, Alicante y Elche, donde bautizó una palmera de siete brazos.
El 10 de septiembre de 1898, mientras paseaba por el Lago Lemán de Ginebra con su dama de compañía la condesa Irma Sztaray, fue atacada por un anarquista italiano,Luigi Lucheni, que fingió tropezarse con ellas, aprovechando el desconcierto para deslizar un fino estilete en el corazón de la emperatriz. Al principio, Sissi no fue consciente de lo que había sucedido. Solamente al subir al barco que las estaba esperando comenzó a sentirse mal y a marearse. Cuando se desvaneció, su dama de compañía desabrochó el vestido de la emperatriz para que respirara mejor y, al hacerlo, vio una mínima pérdida de sangre sobre el miocardio, suficiente para causar la muerte.

Patricia Martínez Rodríguez    1ºBach.


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