miércoles, 30 de enero de 2013


Piotr Kropotkin

Piotr Kropotkin (9 diciembre 1842 – 8 de febrero de 1921) de nacionalidad Rusa. Fue un geógrafo y naturalista, aparte de pensador político ruso. Es considerado como uno de los principales teóricos del movimiento anarquista, dentro del cual fue uno de los fundadores de la escuela del anarcocomunismo, y desarrolló la teoría del apoyo mutuo.

 Era un hombre adinerado, con una multitud de tierras y más de 1.200 siervos a su servicio. Su linaje provenía de familias bastante bien posicionadas en la sociedad, su madre, era esposa de un general Ruso.

 Más tarde, cuando era algo más joven, por orden del Zar Nicolás I a los doce años ingresó al Cuerpo de Pajes en San Petersburgo, la academia militar más selecta de Rusia, que suministraba al imperio sus asesores y funcionarios de élite. Sirvió en el Ejército ruso desde 1862 hasta 1867. Kropotkin decidió partir a Siberia en una de sus expediciones (aunque podría haber elegido un destino más cercano y cómodo) él sin embargo decidió ir allí. Su principal tarea fue hacer una evaluación del cruel sistema penitenciario siberiano para su reforma, que lo impresionó profundamente al revelarle las deficiencias de la burocracia estatal y la corrupción administrativa, así como le permitió observar las primeras formas de cooperación directa y autónoma entre campesinos y cazadores. Realizó numerosas investigaciones y exploraciones de territorios, descubriendo así otras nuevas formas de ver las cosas y aumentar así sus pensamientos tanto ideológicos como políticos.

 Mientras realizaba estas investigaciones, también se dedicó a estudiar los escritos de los principales teóricos de la política, y comenzó a solidarizarse con las penosas condiciones de los campesinos. Las propias observaciones, la experiencia directa y su íntimo contacto con la miseria y la pobreza del campesinado ruso y finlandés, durante su labor científica como explorador, fueron las causas que impulsaron a Kropotkin a abandonar la actividad científica.

 
En febrero de 1872, partió de San Petersburgo rumbo a Zúrich, (Suiza), para conocer de primera mano la situación del movimiento obrero europeo. Allí contactó con el grupo de exiliados rusos que estaban fuertemente influidos por las ideas de Bakunin. Entre éstos se encontraban su parienta Sofía Nikoláievna Lavrova, Nadezhda Smézkaia y Mijaíl Sazhin (un discípulo de Bakunin más conocido como Armand Ross). En Ginebra se incorporó como miembro a la Primera Internacional. En primer lugar visitó y contactó con los sectores marxistas, en especial al grupo ruso dirigido por Nikolái Utin. Pero no aprobaba el tipo de socialismo ni el estilo político que impulsaban en la Primera Internacional. Tras cinco semanas de conocer al sector marxista, muy contrariado por el comportamiento oportunista de sus dirigentes, decidió conocer a los grupos de la tendencia bakuninista.

 Fue detenido tanto por sus ideales como por rechazar la presidencia de la Sociedad Geográfica.

En marzo de 1876 lo trasladaron a la cárcel de San Petersburgo, donde las condiciones de vida eran más insalubres aún que en la fortaleza, aunque allí había muchas más facilidades para recibir visitas y romper el aislamiento. Pero su deterioro físico se acentuó haciendo peligrar su vida, por lo que los médicos prescribieron su traslado al hospital contiguo a la Prisión Militar de San Petersburgo. El cambio a un ambiente aireado, iluminado y limpio, con una mejor alimentación, favorecieron la recuperación de su salud. Mientras tanto, sus amigos comenzaron a pergeñar planes para su escape de la prisión. Después de varios preparativos, acordando un sistema de señales con el exterior, Kropotkin escapó corriendo a través del patio de la prisión al que concurría a practicar sus ejercicios diarios, al abrirse el portón para dar paso a los carros de los proveedores de leña. Perseguido por los guardias montó a un coche que lo esperaba y se perdió en la multitud. Tiempo después se fue a un largo exilio que duraría nada más y nada menos que unos treinta años.

 Fue también metido en prisión en Francia, donde se descubrió que había pertenecido a la primera internacional. Fue sentenciado a 5 años de prisión y también tuvo que pagar 1000 francos debido a sus actividades anarquistas.
Fueron uno de los capítulos más oscuros de su historia.

 
 
A partir de 1890 las actividades de Kropotkin como agitador fueron cada vez más escasas y comenzó a predominar fuertemente su faceta de pensador, intelectual y científico. Escribía para muchas publicaciones anarquistas como Temps Noveaux (con las que colaboraba gratuitamente) y otras periodísticas como las inglesas The Speaker y The Forum o las norteamericanas The Atlantic Monthly, The North American Review y The Outlook.

 

Retornó tiempo después a Rusia, este período se caracterizó por una frenética participación en actos, discursos y reuniones, lo que afectó gravemente a su salud deteriorada. Kerensky le ofreció un cargo en el gobierno, una fuerte pensión mensual y residencia en el Palacio de Invierno, pero Kropotkin lo rechazó dignamente, aunque no rehusó brindar sus consejos informalmente.

 



(Kropotkin a su paso por Haparanda en 1917)

 
En la primavera de 1918 Kropotkin recibió la visita de Néstor Majnó, líder campesino de los anarquistas de Ucrania. En Dmítrov se encargó de reorganizar el museo local, y se abocó a terminar su Ética (que finalmente quedará inconclusa), que debía interrumpir por períodos su trabajo a causa de problemas de salud. Kropotkin, a pesar de su enfrentamiento con los bolcheviques, rechazaba aún más el intervencionismo de los Aliados occidentales en los asuntos rusos. A principios de mayo de 1919 se entrevistó con Lenin en Moscú, haciendo Kropotkin una defensa de las cooperativas que los bolcheviques atacaban, y criticando los métodos coercitivos y la burocracia de los bolcheviques, aunque el tono general de la entrevista fue cordial. Más adelante le escribiría a Lenin en 3 oportunidades, pero sus peticiones y críticas nunca fueron atendidas.

Los métodos bolcheviques hicieron que Kropotkin endureciese su visión crítica.

Kropotkin volvió a entrevistarse con Lenin, donde le expuso sus puntos de vista. A partir de noviembre su salud comenzó a deteriorarse, y el 23 de diciembre de 1920 escribió al anarquista holandés P. de Reyger su última carta. En enero comenzó a padecer una neumonía, y a pesar de los cuidados médicos, falleció a las 3 de la madrugada del 8 de febrero de 1921, en Dmítrov.

 



(Multitud acompañando al féretro de Kropotkin)


El gobierno bolchevique ofreció un funeral oficial pero la familia y amigos anarquistas rechazaron la oferta. Los grupos anarquistas rusos formaron una comisión fúnebre para organizar la ceremonia, entre los que se destacaban Alexander Berkman, Emma Goldman y Sasha Kropotkin. Desde las autoridades locales apenas se permitió la edición de dos folletos en su memoria que debían pasar por la censura previa, por lo que los anarquistas reabrieron una imprenta clausurada por la Cheka y editaron los folletos sin censura previa.



Oradores en el funeral: Goldman, Baron, Maximov y Berkman

Mientras tanto, cientos de obreros, estudiantes, campesinos, funcionarios y soldados pasaban por la pequeña vivienda a despedirse del viejo revolucionario. Las escuelas permanecieron cerradas en señal de duelo y los niños arrojaban ramas de pino al paso de la comitiva que transportaba el cuerpo de Kropotkin.

 La multitud de unas 100.000 personas acompaño al féretro los 8 kilómetros que distaban hasta el Cementerio Novodévichi. Los seguía una orquesta que ejecutaba la Sinfonía Patética de Chaicovski. Cientos de banderas de partidos políticos, sociedades científicas, sindicatos y organizaciones estudiantiles ondeaban entre los concurrentes. También flameaban las banderas negras de los anarquistas. En el Museo Tolstói también ondeaba la bandera negra, y al pasar los manifestantes por la Prisión de Butirka, los presos políticos extendían los brazos por las ventanillas enrejadas para saludar. Una vez en el cementerio, los oradores fueron pronunciando sus homenajes; el último en hablar fue Aarón Barón, uno de los anarquistas presos liberados provisionalmente, que audazmente protestó contra el gobierno bolchevique, las cárceles y las torturas contra los revolucionarios opositores. El entierro de Kropotkin fue la última manifestación masiva del anarquismo ruso durante el gobierno bolchevique.

Sus pensamientos en cuanto a política siempre fueron de pensamiento anarquista, y en cuanto al naturalismo, planteó la importancia de la cooperación como factor clave en la evolución paralelo a la competencia. Su trabajo más famoso, La ayuda mutua, escrito a partir de sus experiencias en las expediciones científicas durante su estancia en Siberia, critica las ideas de Thomas Henry Huxley y Herbert Spencer (padre del darwinismo social) que basaban la selección natural en la lucha entre individuos.

Tanto su lucha como sus ideales siempre serán recordados, fue uno de los revolucionarios más importantes de su época.

 

Trabajo realizado por: Jessyca Moreno Picamán 1º Bachillerato humanidades.

 

 

 

 

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