Piotr Kropotkin
Piotr Kropotkin (9
diciembre 1842 – 8 de febrero de 1921) de nacionalidad Rusa. Fue un geógrafo y
naturalista, aparte de pensador político ruso. Es considerado como uno de los
principales teóricos del movimiento anarquista, dentro del cual fue uno de los
fundadores de la escuela del anarcocomunismo, y desarrolló la teoría del apoyo
mutuo.
Era un hombre
adinerado, con una multitud de tierras y más de 1.200 siervos a su servicio. Su
linaje provenía de familias bastante bien posicionadas en la sociedad, su
madre, era esposa de un general Ruso.
Más tarde, cuando era
algo más joven, por orden del Zar Nicolás I a los doce años ingresó al Cuerpo
de Pajes en San Petersburgo, la academia militar más selecta de Rusia, que
suministraba al imperio sus asesores y funcionarios de élite. Sirvió en el
Ejército ruso desde 1862 hasta 1867. Kropotkin decidió partir a Siberia en una
de sus expediciones (aunque podría haber elegido un destino más cercano y
cómodo) él sin embargo decidió ir allí. Su principal tarea fue hacer una
evaluación del cruel sistema penitenciario siberiano para su reforma, que lo
impresionó profundamente al revelarle las deficiencias de la burocracia estatal
y la corrupción administrativa, así como le permitió observar las primeras formas
de cooperación directa y autónoma entre campesinos y cazadores. Realizó numerosas investigaciones y
exploraciones de territorios, descubriendo así otras nuevas formas de ver las
cosas y aumentar así sus pensamientos tanto ideológicos como políticos.
Mientras realizaba
estas investigaciones, también se dedicó a estudiar los escritos de los
principales teóricos de la política, y comenzó a solidarizarse con las penosas
condiciones de los campesinos. Las propias observaciones, la experiencia
directa y su íntimo contacto con la miseria y la pobreza del campesinado ruso y
finlandés, durante su labor científica como explorador, fueron las causas que
impulsaron a Kropotkin a abandonar la actividad científica.
En febrero de 1872, partió de San Petersburgo rumbo a Zúrich, (Suiza), para
conocer de primera mano la situación del movimiento obrero europeo. Allí
contactó con el grupo de exiliados rusos que estaban fuertemente influidos por
las ideas de Bakunin. Entre éstos se encontraban su parienta Sofía Nikoláievna Lavrova,
Nadezhda Smézkaia y Mijaíl Sazhin (un discípulo de Bakunin más conocido como
Armand Ross). En Ginebra se incorporó como miembro a la Primera
Internacional. En primer lugar visitó y contactó con los sectores marxistas, en
especial al grupo ruso dirigido por Nikolái Utin. Pero no aprobaba el tipo de
socialismo ni el estilo político que impulsaban en la Primera Internacional.
Tras cinco semanas de conocer al sector marxista, muy contrariado por el
comportamiento oportunista de sus dirigentes, decidió conocer a los grupos de
la tendencia bakuninista.
Fue detenido tanto
por sus ideales como por rechazar la presidencia de la Sociedad Geográfica.
En marzo de 1876 lo
trasladaron a la cárcel de San Petersburgo, donde las condiciones de vida eran
más insalubres aún que en la fortaleza, aunque allí había muchas más
facilidades para recibir visitas y romper el aislamiento. Pero su deterioro
físico se acentuó haciendo peligrar su vida, por lo que los médicos
prescribieron su traslado al hospital contiguo a la Prisión Militar de San
Petersburgo. El cambio a un ambiente aireado, iluminado y limpio, con una mejor
alimentación, favorecieron la recuperación de su salud. Mientras tanto, sus
amigos comenzaron a pergeñar planes para su escape de la prisión. Después de
varios preparativos, acordando un sistema de señales con el exterior, Kropotkin
escapó corriendo a través del patio de la prisión al que concurría a practicar
sus ejercicios diarios, al abrirse el portón para dar paso a los carros de los
proveedores de leña. Perseguido por los guardias montó a un coche que lo
esperaba y se perdió en la multitud. Tiempo después se fue a un largo exilio
que duraría nada más y nada menos que unos treinta años.
Fue también metido en
prisión en Francia, donde se descubrió que había pertenecido a la primera
internacional. Fue sentenciado a 5 años de prisión y también tuvo que pagar
1000 francos debido a sus actividades anarquistas.
Fueron uno de los
capítulos más oscuros de su historia.
A partir de 1890 las
actividades de Kropotkin como agitador fueron cada vez más escasas y comenzó a
predominar fuertemente su faceta de pensador, intelectual y científico.
Escribía para muchas publicaciones anarquistas como Temps Noveaux (con
las que colaboraba gratuitamente) y otras periodísticas como las inglesas The
Speaker y The Forum o las norteamericanas The Atlantic Monthly,
The North American Review y The Outlook.
Retornó tiempo después a Rusia, este
período se caracterizó por una frenética participación en actos, discursos y
reuniones, lo que afectó gravemente a su salud deteriorada. Kerensky le ofreció
un cargo en el gobierno, una fuerte pensión mensual y residencia en el Palacio
de Invierno, pero Kropotkin lo rechazó dignamente, aunque no rehusó brindar sus
consejos informalmente.
(Kropotkin a su paso
por Haparanda en 1917)
En la primavera de 1918 Kropotkin
recibió la visita de Néstor Majnó, líder campesino de los anarquistas de
Ucrania. En Dmítrov se encargó de reorganizar el museo local, y se abocó a
terminar su Ética (que finalmente quedará inconclusa), que debía
interrumpir por períodos su trabajo a causa de problemas de salud. Kropotkin, a
pesar de su enfrentamiento con los bolcheviques, rechazaba aún más el
intervencionismo de los Aliados occidentales en los asuntos rusos. A principios
de mayo de 1919 se entrevistó con Lenin en Moscú, haciendo Kropotkin una
defensa de las cooperativas que los bolcheviques atacaban, y criticando los
métodos coercitivos y la burocracia de los bolcheviques, aunque el tono general
de la entrevista fue cordial. Más adelante le escribiría a Lenin en 3
oportunidades, pero sus peticiones y críticas nunca fueron atendidas.
Los métodos bolcheviques hicieron que
Kropotkin endureciese su visión crítica.
Kropotkin volvió a entrevistarse con
Lenin, donde le expuso sus puntos de vista. A partir de noviembre su salud
comenzó a deteriorarse, y el 23 de diciembre de 1920 escribió al anarquista
holandés P. de Reyger su última carta. En enero comenzó a padecer una neumonía,
y a pesar de los cuidados médicos, falleció a las 3 de la madrugada del 8 de
febrero de 1921, en Dmítrov.
(Multitud acompañando al féretro de
Kropotkin)
El gobierno bolchevique ofreció un
funeral oficial pero la familia y amigos anarquistas rechazaron la oferta. Los
grupos anarquistas rusos formaron una comisión fúnebre para organizar la
ceremonia, entre los que se destacaban Alexander Berkman, Emma Goldman y Sasha
Kropotkin. Desde las autoridades locales apenas se permitió la edición de dos
folletos en su memoria que debían pasar por la censura previa, por lo que los
anarquistas reabrieron una imprenta clausurada por la Cheka y editaron los
folletos sin censura previa.
Oradores en el
funeral: Goldman, Baron, Maximov y Berkman
Mientras tanto, cientos de obreros,
estudiantes, campesinos, funcionarios y soldados pasaban por la pequeña
vivienda a despedirse del viejo revolucionario. Las escuelas permanecieron
cerradas en señal de duelo y los niños arrojaban ramas de pino al paso de la
comitiva que transportaba el cuerpo de Kropotkin.
La multitud de unas 100.000 personas
acompaño al féretro los 8 kilómetros que distaban hasta el Cementerio
Novodévichi. Los seguía una orquesta que ejecutaba la Sinfonía Patética de
Chaicovski. Cientos de banderas de partidos políticos, sociedades científicas,
sindicatos y organizaciones estudiantiles ondeaban entre los concurrentes.
También flameaban las banderas negras de los anarquistas. En el Museo Tolstói
también ondeaba la bandera negra, y al pasar los manifestantes por la Prisión
de Butirka, los presos políticos extendían los brazos por las ventanillas
enrejadas para saludar. Una vez en el cementerio, los oradores fueron
pronunciando sus homenajes; el último en hablar fue Aarón Barón, uno de los
anarquistas presos liberados provisionalmente, que audazmente protestó contra
el gobierno bolchevique, las cárceles y las torturas contra los revolucionarios
opositores. El entierro de Kropotkin fue la última manifestación masiva del
anarquismo ruso durante el gobierno bolchevique.
Sus pensamientos en cuanto a política
siempre fueron de pensamiento anarquista, y en cuanto al naturalismo, planteó
la importancia de la cooperación como factor clave en la evolución paralelo a
la competencia. Su trabajo más famoso, La ayuda mutua, escrito a partir
de sus experiencias en las expediciones científicas durante su estancia en
Siberia, critica las ideas de Thomas Henry Huxley y Herbert Spencer (padre del
darwinismo social) que basaban la selección natural en la lucha entre
individuos.
Tanto su lucha como sus ideales
siempre serán recordados, fue uno de los revolucionarios más importantes de su
época.
Trabajo realizado por: Jessyca Moreno
Picamán 1º Bachillerato humanidades.
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