LA UNIFICACION DE
ALEMANIA
Desde finales del siglo XVIII,
los componentes culturales del nacionalismo alemán quedaron
establecidos por los filósofos Herder y Fichte, y fueron reforzados
con el romanticismo.La afirmación de la existencia de un ser
propio del pueblo alemán convivió con la presencia de núcleos
liberales y demócraticos que reclamaban la construcción de una
nación basada en la voluntad de los ciudadanos. Con estas bases
ideólogicas se inició un proceso que conduciría a la formación
del Estado-nación alemán.
El Congreso de Viena había
establecido la Confederación germánica, que aglutinaba 39 Estados,
con la presencia de dos poderosas potencias, el reino de Prusia y el
Imperio austriaco. El primer paso hacia la unificación fue la
creación de Zollverein o Unión Aduanera (1834) que
estableció un mercado de libre circulación comercial formado por 26
millones de personas. En el Zollverein se integró Prusia, pero no
Austria, y empezó a evidenciarse que sería Prusia el Estado que
dirigiría el proceso unificador.
Durante la revolución de 1848,
los sectores liberales y democráticos consiguieron formar un
Parlamento en Frankfurt, con representantes de los disitntos
Estados elegidos por sufragio universal, que ofreció la Corona de la
posible Alemania unificada al rey de Prusia Federico Guillermo
IV.Pero la monarquía prusiana rechazó la oferta y cualquier vía
democrática hacia la unificación e impuso la estrategia del
canciller Otto von Bismarck(1862): Prusia dirigiría la
unificación a partir de su supremacía económica y militar. Esta
estrategia comportó una primera guerra con Dinamarca(1864), por la
que se anexionó los ducados de Schleswig y Holstein, y otra contra
Austria, a la que derrotó en 1866. Por último, una guerra contra
Francia ( 1870-1871) permitió cohesionar los Estados germánicos
contra un enemigo común, al que derrotó en Sedán.
La victoria militar culminó con
la proclamación del Segundo Reich y de Guillermo I
como emperador ( 1871). La unidad se traduce en una estructura
confederal con el dominio de Prusia, que imprimió una ideología
conservadora y militarista al nuevo Estado. Asimismo, la unificación
dejó por resolver dos importantes cuestiones: la dualidad religiosa
entre el luteranismo del norte y el catolicismo del sur, y el
carácter inacabado de la unificación al no integrar a los alemanes
de Austria, frustando la consecución de la Gran Alemania.
Realizado por: María
Rodríguez Rodríguez
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